Micro-cuentos

Hola a todos, ha sido un largo tiempo desde que se subió la ultima publicación en este blog, la verdad ha sido la falta de inspiración de muchas de nosotras y un poco del tiempo faltante.... :( 

pero felizmente, todas hemos conseguido y logrado nuestras metas hasta ahora, es por esto que les traigo por primera vez en este blog el primer MICRO-CUENTO!!!!!   

un valiente que se animo en mandarnos un texto basado en uno de sus juegos favoritos!!! Xd 

James Sunderland


James entró a la consulta junto a Mary. El doctor los esperaba sentado detrás de su escritorio de vidrio. Era un hombre alto, calvo y delgado, de unos 55 años. Mary no estaba sintiéndose bien últimamente, estaba pálida, su energía escaseaba junto a su ánimo.
-Buenos días, señor y señora Sunderland. Tengo aquí los resultados de sus exámenes, y hay algo que debo decirles. La señora Mary Sheperd-Sunderland tiene leucemia.
James no supo qué hacer. Abrió la boca para decir algo, la cerró al no tener nada que decir, y repitió el ejercicio varias veces. Mary comenzó a llorar. James comenzó a calmarse y preguntó:
-¿Es curable, doctor? – Quería irse de ahí, correr lejos hasta olvidarse de todo, hasta que recordó que a su lado tenía a su mujer, sin saber cuánto tiempo le quedaba de vida. Le tomó la mano y se la apretó para mostrarle su afecto.
-Lamentablemente, no. Si la paciente se somete a quimioterapia, lo máximo que podría vivir son tres años, en el mejor de los casos, quedándose acá en el hospital. ¿Quiere la señora comenzar enseguida?
-Mmm… no… bueno, sí. – Mary dijo que sí al ver la cara de tristeza de James, esos penetrantes ojos azules que poseía su marido resaltaban con su cabello rubio platinado. Mary siempre se había preguntado por qué James se había fijado en ella en la fiesta donde se conocieron, habiendo tantas otras mujeres atractivas con las que podía haberse quedado. Mary nunca se consideró bonita, ni mucho menos, pero nunca pensó en compararse frente a otras mujeres.
-Comenzamos mañana a las 8 AM. Aquí mismo. Hasta mañana, y siento mucho haber tenido que comunicarles esta triste noticia.
Al llegar a su departamento, Mary rompió a llorar.
-Mary… - James no sabía que decir. Desde ese día su vida no sería igual. Ahora veía a su esposa como un cuerpo con fecha de expiración, no como la mujer de la que se había enamorado. Mary ya no sería la misma, su humor (razón de peso por la cual James se había fijado en ella) había desaparecido hace semanas, su pelo comenzaría a escasear, bajaría de peso, sería un cadáver. James no merecía eso.
-James, quiero que me mires a la cara.- dijo Mary-  Prométeme que te quedarás conmigo hasta el final, que me amarás como soy y que me recordarás como estoy ahora, no como estaré dentro de poco.
James guardó silencio, luego contestó – Mary, tú sabes que te amo, eres mi esposa. ¿Cómo crees que podría dejar de amarte de un momento a otro?
Al día siguiente, la pareja entró a la consulta del doctor, quien les mostró la pieza de Mary, donde tendría que hospedarse hasta su muerte. James seguiría con su trabajo, e iría a ver a Mary cada día al salir de la oficina, luego a casa, y así.
Tres semanas después, James salió de la oficina preguntándose - ¿Debo ir a ver a Mary hoy? Está siempre durmiendo. – tomó una decisión. No iría a ver a su señora, en cambio iría al bar a parecer normal, lo que le estaba costando mucho durante estos últimos días. Mary tenía cambios repentinos de humor, además, su castaño cabello se le caía, su piel tenía un color ceniza enfermizo. Mary se consideraba a sí misma un monstruo. Un día James le llevó flores, a lo que su esposa respondió con gritos y tirando  lejos las flores.
Entró al bar a las 9 PM. Salió a las 4:30 de la mañana, completamente borracho. Ir al bar se convirtió en su rutina, reemplazando las visitas al hospital por noches de borrachera, su rendimiento en el trabajo disminuyó tanto, que fue despedido de la oficina.
Al día siguiente de ser despedido, James, borracho, encendió el computador, ingresó a internet. “Acompañantes” comenzó a buscar. Seleccionó a una chica que le pareció atractiva. Cuando ésta llegó, entró directo a su pieza, al desnudarse ambos, la chica se sorprendió.
-¿Qué te pasa? ¿no te gusto? – James no sentía nada. Solo pensaba en Mary, comenzó a llorar.
La chica se vistió, y salió corriendo de la casa.
James tomó una decisión, amaba tanto a su esposa, que le demostraría todo su amor con una obra.
Entró al hospital, Mary estaba durmiendo.
-Mary, soy James. Despierta, por favor. – Mary despertó
-Hola, pensé que te habías olvidado de este monstruo. – Mary había quedado completamente calva, estaba en los huesos y todo el brillo de sus otrora hermosos ojos se había esfumado.
-Mary, siento no haber venido antes. He tenido ciertos problemas últimamente, no he podido sacarte de mi cabeza. Te amo. No eres un monstruo, eres… hermosa. – James no pudo mirarla a los ojos mientras hablaba. – Odio verte sufrir, no lo soporto. Es por eso que no he venido a verte en tanto tiempo. Mary, te amo. Adiós. – comenzó a llorar. Besó a Mary en la frente, tomó una almohada extra del clóset y la apoyó sobre la cabeza de Mary. Ella no opuso resistencia, James gritaba y lloraba de dolor, de pena. Sentía que se estaba liberando, que Mary no sufriría más, que asesinarla sería un mejor remedio que cualquier terapia aplicada en cualquier hospital del mundo.
Pasado unos minutos, James soltó la almohada. Salió del hospital y fue a casa.
Años después recibe una carta “En mis sueños más inquietos, veo esa ciudad. Silent Hill.” La carta seguía, la firma decía “Mary”

LE DAMOS LAS GRACIAS POR ESTA GRANDIOSA OBRA A !!!CAQUIM¡¡¡¡¡ XD

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